Dedo en resorte (Gatillo)
Tenosinovitis fibrosa: Tenosinovitis estenosante
Se localiza sobre todo en aquellos lugares donde hay
poleas.
Se caracteriza por el engrosamiento fibroso da la
vaina, y sobre todo de las poleas tendinosas. Hay una formación de
tejido fibroso hipertrófico que hace imposible diferenciar polea y
vaina (tanto desde el punto de vista macroscópico como
microscópico). Como consecuencia, el tendón queda comprimido dentro
de la vaina y se producen continuos rozamientos, responsables de la
sintomatología clínica y de la progresión del cuadro.
Etiología
La causa exacta no se conoce. Se sabe que es un
proceso fibroso, probablemente por irritación de una polea por
sobreutilización. Probablemente se trate de un proceso
multifactorial.
Hay algunos factores predisponentes:
- Traumatismos o microtraumatismos:
Probablemente juegan un papel etiológico en el desarrollo de la
tenosinovitis estenosante, ya que se ha visto que es frecuente
en la mano dominante y en trabajadores manuales, de hecho
algunas son enfermedades profesionales. Sin embargo, la mayor
incidencia en mujeres y el pico de incidencia en la sexta década
de la vida hablan en contra de que sean por sí solos factor
suficiente para la aparición de este cuadro.
- Factores sistémicos: Existe un grupo de
pacientes en los que se agrupan enfermedades como dedos en
resorte, enfermedad de D'Quervain, síndrome del túnel carpiano,
bursitis y epicondilitis en los que se puede hablar de una
predisposición sistémica a desarrollar este tipo de cuadros;
algunos autores relacionan esta predisposición con “procesos
reumatoides mal definidos”.
- Sexo y edad: La tenosinovitis estenosante es
más frecuente en cualquiera de sus formas en mujeres que en
hombres, y existe un pico de incidencia entre 50 y 60 años. Se
recurre a factores anatómicos para explicar esta diferencia de
incidencia entre sexos.
Sea cual sea la causa, como consecuencia del roce
de la polea sobre la vaina, se produce una irritación de la primera
que se seguirá de fibrosis y posterior estrechamiento del canal por
donde pasa el tendón. Con todo ello, el rozamiento es mayor y mayor
la irritación, (se cierra el círculo vicioso).
Anatomía patológica
El proceso afecta a la vaina sinovial del tendón.
Es un proceso fibrosante de la misma que deviene en su engrosamiento
y que coexiste con una escasez de fenómenos inflamatorios.
Estudios estructurales han demostrado
proliferación de condrocitos y presencia de fibras de colágeno tipo
III en las poleas afectadas, por lo que algunos autores hablan de
una especie de metaplasia fibrocartilaginosa en la polea y en la
correspondiente superficie del tendón secundaria a la influencia de
fuerzas compresivas de actuación crónica
Tenosinovitis de los flexores de los dedos de
la mano o dedo en resorte
La patología se inicia en el propio tendón, aunque
la etiología no se sabe exactamente.
La lesión suele ser bilateral y se presenta sobre
todo en mujeres mayores de 40 años.
A nivel de la articulación metacarpo-falángica,
aparece un engrasamiento del tendón del dedo. Puede afectarse
cualquier dedo. Como consecuencia del aumento de diámetro del
tendón, se origina una tenosinovitis fibrosa de la polea (secundaria
a la patología del tendón, provocando un compromiso de espacio.
Estadíos
Es muy útil para revisar la clasificación de Green
( Tabla 1 ), que fue creada con el objetivo de suministrar
parámetros para la categorización de las diferentes etapas clínicas
preoperatorias.
CLASIFICACIÓN DEL DEDO EN
GATILLO |
Grado |
Características |
I (pregatillo |
Dolor;
objetivamente,durante el examen médico no hay signo positivo
del dedo en gatillo; hay
aumento de la sensibilidad hacia el dolor en
correspondencia con la primera polea anular. |
II (activo) |
Objetivamente hay presencia de dedo en
gatillo; el
paciente es capaz de extender el dedo activamente. |
III (pasivo) |
Objetivo presencia del dedo en gatillo. |
A |
La extensión sólo es posible pasivamente con
la ayuda de una fuerza externa aplicada. |
B |
El paciente es incapaz de flexionar
activamente el dedo. |
IV (rigidez) |
Objetivamente hay presencia de dedo en
gatillo; la
interfalángica proximal se ha quedado atascado en una
postura de flexión. |
Clínica
En fases iniciales, el paciente consulta por presentar
molestias imprecisas y dificultad para la extensión de uno o varios dedos que es posible vencer mediante una extensión pasiva forzada, que provoca en el paciente un dolor intenso y
una percepción de chasquido.
En fases más avanzadas el tendón apenas es capaz
de entrar en la vaina, apareciendo un signo característico: dedo
en resorte. El mecanismo que lo origina es el siguiente: durante
la extensión, el engrosamiento del tendón está dentro de la vainas
pero con la flexión sale fuera, constituyendo una dificultad
mecánica para que el dedo se extienda. Si se vence la resistencia
con ayuda pasiva (con un dedo de la mano, por ejemplo ), el dedo
podrá extenderse sin dificultad, tras vencer el obstáculo.
La aparición de un nódulo en el dedo pulgar es más
dolorosa y más invalidante que en los otros dedos al dificultar la
pinza. En todos los casos, la clínica y la palpación de un nódulo en
el tendón flexor del dedo implicado proximal a la articulación
metacarpofalángica bastan para el diagnóstico.
En la exploración del pulgar, este se coloca en la
palma de la mano, y la estenosis se presiona a nivel de la polea A1;
con la otra mano, se mueve el tendón-dedo. La palpación evoca el
dolor, mientras que el movimiento del dedo estimula la desaparición
del dolor mientras el tendón se desliza debajo de la polea que se ha
presionado con la otra mano. En algunos casos, es posible sentir
crepitación que se debe a la colección de líquido que se mantiene
dentro de la vaina del tendón. Este está presente sólo en la fase
aguda de la patología y se encuentra con mucha menos frecuencia en
la fase crónica. Infiltración de anestésico puede ayudar en caso de
duda: el dolor disminuye, pero el dedo en el gatillo permanece.
Estudios de Imagen
Existen diversos exámenes que se requieren para la
verificación de la presencia de esta patología:
radiografías, ecografías y las imágenes por
resonancia magnética (MRI).
- Los rayos X permiten excluir patologías
esqueléticas subyacentes, como exostosis o pobre consolidación
de una fractura anterior. Las calcificaciones y depósitos de
calcio también son evidentes en las radiografías.
- La ecografía es un examen que depende del
operador, y es útil para hacer un diagnóstico preciso.
Suministra dos demandas: Por un lado, se verifica el movimiento
del tendón y por otro muestra las alteraciones anatómicas de
alrededor del tendón y las propias alteraciones del propio
tendón. Las microcalcificaciones son evidentes sólo con este
examen y se pueden encontrar en el interior del tendón o dentro
de la vaina del tendón. La tenovaginaitis puede estar presente y
puede contener líquido irritanate, que puede ser la causa de la
estenosis y el dolor. La proliferación del revestimiento
tendinoso puede tener características crónicas (hipertrofia sin
hinchazón). Las dos condiciones pueden responder de manera
diferente a las infiltraciones de cortisona. Los bloqueos
clásicos o los movimientos en gatillo del tendón solo se puede
demostrar por este examen. En este examen también se puede
confirmar la integridad anatómica del tendón y prevé la
posibilidad de una eventual ruptura del tendón debido al
deshilachado.
- La RM no aporta nueva información respecto a
la ecografía. Es capaz de confirmar con mayor claridad las
anomalías y alteraciones de los tendones o la vaina del tendón,
pero aún no permite una evaluación dinámica.
Diagnóstico diferencial
La tenosinovitis estenosante, en su forma
idiopática, es más comúnmente encontrado en mujeres de mediana edad,
con una incidencia dos a seis veces más frecuentes que en los
hombres.
La tenosinovitis estenosante tiene una frecuencia
similar a la de la enfermedad de De Quervain y por lo general
involucra a más de un dedo. El pulgar es el dedo más frecuentemente
implicado, seguido de los dedos cuarta, tercera, quinta,
respectivamente. La tenosinovitis estenosante puede ser
reconocida como una etiología secundaria en pacientes con artritis
reumatoide, diabéticos, o pacientes con otras patologías: En tales
casos, se asocia con un pronóstico más negativo para el tratamiento
conservador y quirúrgico.
La tenosinovitis estenosante del dedo puede
diagnosticarse erróneamente como una subluxación, contractura de
Dupuytren, o incluso una distonía focal o histeria con un
bloque proximal interfalángico o, aún más raro, un bloque de la
metacarpofalangica. En tales casos, el diagnóstico diferencial se
puede hacer mediante el uso de bloqueos anestésicos mediante la
inyección de lidocaína en la vaina tendinosa del canal digital.
En condiciones raras, el dedo en gatillo o la
rigidez del dedo puede ser causada por un tumor en el tendón o su
cubierta, los cuerpos libres en el área metacarpofalángica,
anomalías óseas y en los sesamoideos, y el atrapamiento intrínseca
del tendón debido a irregularidades de la cabeza del metacarpiano.
El engrosamiento de las flexor del pulgar puede causar un dedo en el
gatillo que se produzca en el tercer nivel de la polea anular con la
persistencia, incluso después de la apertura de la polea A1, aunque
este fenómeno es poco frecuente. En algunos casos, el dedo en
gatillo es secundaria a la artritis reumatoide; el dedo en gatillo
es debido a un atrapamiento del tendón flexor profundo que es
causada por una sinovitis que se encuentra en el nivel en el que el
tendón pasa el quiasma de Camper.
Incluso en la enfermedad de Quervain o en
tenosinovitis estenosante, el xtensor largo del pulgar puede
provocarse un gatillo en el movimiento del pulgar y puede inducir a
un diagnóstico incorrecto.
Tratamiento
Tratamiento no quirúrgico
- No tratar es una opción en un principio.
Simplemente descansando la mano y permitir que la inflamación
disminuya y con ello se resuelva el problema sin necesidad de
tratamiento.
- Infiltraciones locales con anestésico local y
corticoides. Los mejores resultados se obtienen cuando se
infiltra en la primera etapa de esta patología. En los casos en
los que hay más de un dedo afectado y los síntomas han
persistido más de 6 meses, los resultados de las infiltraciones
son más pobres. En general los pacientes diabéticos
insulinodependientes tiene mayor tasa de participación de varios
dedos y requieren tratamiento quirúrgico.
En la tenosinovitis idiopática del pulgar y en
el dedo en gatillo, las infiltraciones de cortisona son
generalmente un procedimiento eficaz en pacientes que sólo
tienen un dedo en cuestión, con un pequeño nódulo aislado y un
corto tiempo de inicio. La ruptura del tendón flexor es una
posible complicación secundaria que es causada por este
procedimiento.
Inmovilización con férula digital
En el caso en el que un paciente se niega a
recibir una infiltración, se puede optar a inmovilizar el dedo
mediante el uso de una férula. Después de 1 año, el 66% de los
pacientes inmovilizados y el 84% de los pacientes infiltrados se
curaron. Por lo tanto, la inmovilización con férula era una buena
alternativa a la infiltración con corticoide.
Tratamiento quirúrgico
Si los tratamientos previos fracasan puede estar
indicada la cirugía, consistente en la liberación de la polea
Se hace con anestesia locoregional y los
resultados son excelentes.
Con una pequeña incisión en la base del dedo se
procede a la resección de la vaina y polea a nivel del engrosamiento.
No se quita el trozo de tendón afecto porque el engrosamiento es más
de la vaina que del tendón.
Complicaciones
Hay descritos un 7% a 9% de resultados
posquirúrgicas pobres, con aparición de complicaciones secundarias,
tales como:
- algodistrofia,
- rigidez dedo debido a la infección,
- lesión del nervio.
- sección del nervio. Rara,
infecciones,
- cicatrices dolorosas a nivel de la incisión,
deformidades de flexión, y
- formación de cuerda de arco residual.
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