artrosis de rodilla


Concepto

Por definición, la artrosis u osteoartrosis es un proceso degenerativo que ocurre a nivel de las articulaciones con sinovial.

Etiología

Las lesiones artrósicas pueden:

  • Restringirse a la articulación patelofemoral. En este caso pueden deberse a: antiguo traumatismo (fractura de la rótula, subluxación recidivante de la rotura, etc.), idiopática (relacionada con el desgaste normal de la articulación).
  • Lesiones artrósicas en los compartimentos tibio-femorales: antiguo traumatismo (en especial fracturas del platillo tibial), proceso patológico (osteocondritis disecante)
  • Lesiones artrósicas de toda la articulación: a) por deformidad en el eje de la pierna; las lesiones serán máximas en el compartimento lateral cuando hay genu valgo o en el compartimento interno cuando existe genu varo. b) Senilidad, por disminución de la capacidad de reparación tisular que se produce con la edad. c) Irregularidades de la superficie por fracturas previas. d) Alteraciones internas: cuerpos libres y intra articulares, desgarros de cartílago. e) Enfermedades anteriores con lesiones residuales del cartílago articular (artritis reumatoide, hemofilia, etc.). fObesidad y exceso de peso.

Patogenia

  • El cartílago articular desaparece lentamente hasta que a veces, el hueso adyacente queda al descubierto.

  • Este hueso se hace ebúrneo, duro y brillante.

  • En los márgenes del hueso se forman unos espolones que reciben el nombre del osteofitos.

  • Al principio no aparece ninguna alteración en la cápsula ni en la membrana sinovial, pero la sobrecarga repetida a la que queda sometida la articulación provoca un ligero engrosamiento con fibrosis.

Anatomía patológica

  • La anormalidad principal observada en la artrosis es la pérdida del cartílago articular. La primera a normalidad que se observa es la pérdida de condroitin sulfato, que se explica por un déficit en la nutrición sinovial del cartílago. Esta pérdida parece estar en relación con el reblandecimiento y fibrilación del cartílago que, progresivamente se destruye en su totalidad, dejando al descubierto el hueso subcondral, de aspecto amarillento y consistencia ebúrnea. El déficit en la nutrición sinovial se debe a la ausencia de el efecto de compresión/descompresión que ocurre a nivel del cartílago durante un movimiento normal. Este efecto se altera cuando existe una incongruencia articular, o una mala alineación que producen una compresión excesiva en unas ocasiones y en otras la pérdida total de compresión.

  • La membrana sinovial también sufre una hipertrofia, formándose unos mamelones sinoviales, que a la larga sufren un proceso de condroificación y osificación. La separación de éstos mamelones puede conducir a la formación de cuerpos libres intra-articulares.

  • El hueso subcondral, que está sometido a presiones anormales, a consecuencia de la pérdida del cartílago articular, sufre una progresiva osificación o esclerosis a modo de fenómeno protector.

  • Esta osificación se extiende más allá de los márgenes de la articulación, dando lugar a los osteofitos o " picos " en los bordes articulares.

  • En el interior del hueso subcondral se forman con frecuencia quistes, que posiblemente, representan una descalcificación por la hiperemia local y la necrosis por presión excesiva.

  • La cápsula sinovial también experimenta cambios en los estadios avanzados. Progresivamente se hace gruesa y fibrosa y finalmente el proceso de osificación pueden también invadir la cápsula cerca de sus inserciones óseas.

Artrosis rodilla

Síntomas clínicos

  • En una artrosis fémoro-patelar

    Dolor, con derrame articular, " fallos " repetidos de la rodilla y episodios de bloqueo.

    Exploración: atrofia del cuádriceps, derrame articular más o menos aparente.

    Movimientos: algo disminuidos, dolorosos en sus posiciones límite y crujidos rotulianos evidentes.

    Palpación: es dolorosas la palpación de la superficie articular de la rótula.

  • en la tibio-femoral

    Dolor, tumefacción articular, progresiva restricción de los movimientos, cierta deformidad en flexión fija.

    Exploración: atrofia del cuádriceps, derrame articular.

    Deformidad más o menos marcada de la rodilla, en varo o en valgo.

    Palpación: en los bordes de la articulación osteofitos irregulares.

    Movimientos: crujidos audibles con los movimientos, ausencia de los últimos grados de extensión, flexión disminuida y dolorosa en los últimos 20 ° (a veces).
     

Exploración radiológica

Presencia de es osteofitos en la rótula y en los bordes articulares de la tibia y fémur.

Estrechamiento del espacio interarticular (tardíamente).

Hueso subcondral y escleroso.

En muchas ocasiones, cuerpos libres y intra-articulares.

radiografía de una Rodilla con artosis

Diagnóstico

Presenta pocas dificultades pero hay que tener cuidado en que no pase inadvertida alguna otra anormalidad coexistente.

La artrosis de la rodilla puede ser asintomática, por lo que la demostración de sus lesiones en una radiografía no indica obligatoriamente que ésta sea la causa de los síntomas.

Curso

Habitualmente la artrosis progresa lentamente y con el curso de los años. En muchos casos las molestias nunca han alcanzado la fase en la que puede ser preciso un tratamiento, mientras que en otro es el propio paciente que solicita un tratamiento para aliviar el dolor, la rigidez o la deformidad.

Tratamiento

Conservador

Suele ser eficaz en cuanto al alivio de los síntomas, aunque las alteraciones estructurales sean irreversibles:
 

  1. Disminuir la actividad física: La actividad físicas agrava la artrosis. Si es posible utilizar el ascensor y las escaleras mecánicas antes que subir o bajar por escaleras o pendientes. Evitar caminatas largas, es mejor fragmentar los paseos. Sin embargo, para evitar el agravamiento de la lesión articular se convierte al paciente en sedentario, y eso tampoco es bueno. Por lo tanto se debe mantener incierto grado de actividad, siempre que el dolor lo permita, ya que está demostrado que las personas que mantienen un cierto grado de actividad obtienen a la larga más beneficios que los que no la mantienen. Por otro lado la inactividad provoca una atrofia muscular , una descalcificación ósea y mayor rigidez de la articulación. En resumen es bueno un cierto grado de actividad física para mantener un tono muscular aceptable, una movilidad articular aceptable, para “quemar” calorías, para evitar el sobrepeso, y para el buen funcionamiento del sistema cardiovascular. Para ello, en las fase de mucho dolor se harán ejercicios isométricos o en la piscina, ya que en el agua se diminuye la carga articular.

  1. Potenciar el Músculo cuadriceps. El cuadriceps es un músculo estabilizador de la rodilla. Su buen tono estabiliza la articulación y mejora su función, así disminuye el dolor.

  1. Uso de un bastón. Es un buen sistema para disminuir la carga de la articulación afecta. Por desgracia no es aceptado por muchos pacientes. En caso de usarlo hay que tener en cuenta que se lleva en la parte contralateral de la rodilla dolorosa, y que la altura del bastón debe ser la adecuada.

  1. Pérdida del peso. El sobrepeso agrava la artrosis. Por otro lado la obesidad dificulta la cirugía de la rodilla, aumenta los riegos quirúrgicos y empobrece los resultados de la cirugía de la artrosis.

  1. Inyección intraarticular de cortisona. Mejora los síntomas de la artrosis. Las cantidades inyectadas son mínimas y los efectos secundarios generales escasos. No se recomienda inyectar con una frecuencia superior 1 infiltración cada a 2-3 meses. En los casos muy avanzados de artrosis la inyección de cortisona hace menos efecto.

  1. Condroprotectores. Son unas sustancias, que tienen un efecto beneficioso sobre el cartílago articular afectado por una enfermedad degenerativa articular.

    Algunas sustancias se encuentran formando parte de los proteoglicanos, componentes normales del cartílago articular y del líquido sinovial. Entre estos se encuentran los:

    - glicosaminoglicanos polisulfatados (Gags),

    - los precursores de los mismos (Pre Gags),

    - y el glicosaminoglicano no sulfatado como el ácido hialurónico.

    El uso de componentes naturales del cartílago hialino y líquido sinovial, tales como los glicosaminoglicanos (Gags) o sus precursores aminoazúcares (Pre Gags), así como el ácido hialurónico, tienen un efecto beneficioso en el tratamiento de la enfermedad degenerativa articular. Sin embargo, la utilización racional de los mismos no debe generar expectativas desmesuradas.

    Los Gags son productos mayormente extraídos de traquea y pulmón bovinos, y de cartílago de tiburón, siendo el más utilizado el condroitin sulfato. Estructuralmente son cadenas de polisacáridos y constituyen uno de los cuatro componentes de los proteoglicanos. Estos a su vez forman una parte importante del cartílago hialino. Su efecto condroprotector fue demostrado en estudios in vitro e in vivo, ya que inhiben la fibrilación y erosión del cartílago mejorando la retención de proteoglicanos por él mismo. A su vez tienen un efecto antiinflamatorio al bloquear las enzimas condrodestructoras que aparecen en los procesos degenerativos.


Los pre Gags son las sustancias precursores de los Gags. La glucosamina es el sacárido más importante que se encuentra en los Gags. Su efecto provendría del aporte a los condrocitos, de una matriz para la síntesis de glicosaminoglicanos articulares. Actualmente se comercializa en forma de sulfato de glucosamina.

 Los estudios que se han efectuado sugieren que la dosis ideal es de 1500 mg de glucosamina y 1200 mg de condroitin sulfato.

La duración del tratamiento debe ser al menos de 8 semanas o constante mientras dure el beneficio.

Se obtiene menos benéficos en pacientes en estados avanzados de enfermedad degenerativa, ya que el cartílago articular ha desaparecido, y la articulación se ha vuelto "seca" por falta de líquido sinovial.

El sulfato de glucosamina y de condroitina, presenta un efecto antiinflamatorio entre 50 y 300 veces más bajo que la indometacina, pero la toxicidad de ésta es de 1000 a 4000 veces mayor. Por otra parte, la tolerancia de este fármaco es similar a la del placebo por lo que, cuando se administra no precisa ningún otro medicamento adicional para proteger la mucosa gástrica.

Efectos adversos
Se han hecho estudios para valorar los efectos adversos del tratamiento con glucosmina y han abido pocos efectos adversos o abandonos de estos estudios. Tendieron a ocurrir menos frecuentemente en los pacientes con glucosamina que en los que se encontraban en el grupo de los AINEs. Un estudio de gran tamaño no enmascarado con 1208 pacientes tomando glucosamina oral a dosis de 1.5 g/día durante 13 a 99 días presentó 28 pacientes que suspendieron el tratamiento debido a efectos adversos. Los efectos adversos que se hallaron en más de 1% de los pacientes fueron dolor epigástrico/molestia, pirosis, diarrea, y náuseas.

Comentario
La evidencia que la glucosamina y la condroitina son efectivas en artrosis continua en construcción. Hay dos revisiones de las "buenas" de los estudios más antiguos y pequeños, que han llegado a esta conclusión, y un nuevo ensayo aleatorizado de cierta calidad que demuestra un claro efecto modificante de la enfermedad, demostrando también una mejoría en el dolor y la funcionalidad y ausencia de daño a largo plazo. Añadido a esto es el volumen acumulativo de evidencias anecdóticas de profesionales quienes han prescrito glucosamina con buenos resultados, y de aquellos individuos que lo han usado y han informado de los mismos buenos efectos.
Podríamos aun argumentar que carecemos de resultados de un gran estudio aleatorizado usando una preparación estandarizada de glucosamina, e independiente de los fabricantes. Eso está en camino. Los Institutos Nacionales de Salud en USA están financiando cuantiosas investigaciones en el área de terapias complementarias, y la glucosamina esta cerca de, si no en la cima, de la lista.
Un punto práctico que surge de varios estudios es que la glucosamina tarda un mes en demostrar sus efectos plenamente. Otra cosa es que ahora tenemos alguna evidencia que la condroitina es también eficaz . Una tercera, es la evidencia sobre la formulación y la estabilidad, que es notable por su ausencia. No hay ayuda, hasta ahora, para escoger una de las diferentes preparaciones disponibles como la mejor (si es que existe alguna mejor). La más barata podría ser un buen principio para empezar.

Bibliografía:
1. TE Towheed et al. Glucosamine therapy for treating osteoarthritis (Cochrane Review). In: The Cochrane Library, Issue 1, 2001. Oxford: Update Software.
2. TE McAlindon et al. Glucosamine and chondroitin for treatment of osteoarthritis. A systematic quality assessment and meta-analysis. JAMA 2000 283: 1469-1473.
3. JY Reginster et al. Long-term effects of glucosamine sulphate on osteoarthritis progression: a randomised, placebo-controlled clinical trial. Lancet 2001 357: 251-256.
 

Ácido hialurónico intraarticular: (Viscosuplementación). Es el componente principal del líquido sinovial, pero el que se utiliza comercialmente es sintético. Cuando se lo inyecta en una articulación artrósica aumenta la viscosidad del mismo, mejorando la lubricación y la nutrición del cartílago. Permanece  en la articulación solamente 48 horas, pero la duración de la mejoría es de 6 a 12 meses. Se dan una serie de 3-5 inyecciones intraarticulares. Usted no puede tener éstos inyecciones si usted es alérgico a los huevos o a las plumas.

El ácido hialurónico es una terapéutica cada vez más utilizada en el tratamiento de la artrosis debido a sus propiedades analgésicas y regeneradoras del cartílago articular.

Acción. El ácido hialurónico es un componente importante de las matrices extracelulares corporales y está presente en unas concentraciones particularmente altas en el cartílago y líquido sinovial. El ácido hialurónico endógeno proporciona viscoelasticidad al líquido sinovial, fundamental para sus propiedades de lubricante y amortiguador, y esencial para la correcta estructura de los proteoglicanos en el cartílago articular. La administración intraarticular de ácido hialurónico mejora la movilidad de las articulaciones con la superficie del cartílago degenerada y con alteraciones patológicas en el líquido sinovial. Los efectos beneficiosos del ácido hialurónico exógeno pueden derivarse de sus interacciones con algunos componentes de la cavidad sinovial (sinoviocitos y condrocitos).
El mecanismo de acción de este ácido y su máxima tolerancia la tiene cuando se administra por infiltración intraarticular. Está indicado no sólo para rodilla, sino también en hombro, tobillo y cadera.  La efectividad de la terapia con la administración de ácido hialurónico se produce en las fases iniciales o intermedias de la artrosis.

El ácido hialurónico es una molécula de acción sintomática lenta y duradera, de modo que se prolonga durante seis meses o más tiempo incluso. Ejerce un efecto sobre la inflamación al actuar sobre determinados radicales libres del oxígeno e inhibir la migración y quimiotaxis leucocitaria así como la fagocitosis por mononucleares y al reducir la síntesis de prostaglandinas E2 y de bradicinina.

Uso terapéutico: Tratamiento sintomático del dolor y de la función articular en la artrosis de rodilla. También se puede usar en la postcirugía de osteotomía.

Se indicó en condromalacia rotuliana, condromalacia fémoro-patelar y lesiones unicompartimentales con mejora funcional y reducción del dolor. Se ha demostrado que, la inyección intraarticular de ácido hialurónico en la rodilla mejora los parámetros de calidad de vida, como andar, subir escaleras o entrar y salir de vehículos, y que después de un año del ciclo de inyecciones no se han observarse pérdidas adicionales de espacio articular radiológico.


Presentación: Se presenta en viales y jeringas precargadas conteniendo 2 ml de solución.

Como conclusión, para un uso racional de los condroprotectores no debemos esperar de ellos más de lo que pueden aportar. Si  no se lo acompaña de un manejo dietético y un control de la actividad física, la artrosis evolucionará sin ningún retraso. Su efecto antiinflamatorio mejorará el bienestar del paciente, pero el ejercicio y el sobrepeso, tarde o temprano destruirán el cartílago, agravando el proceso degenerativo.


Otros condroprotectores son e
l ácido graso omega 3. Su acción protectora se debe a un efecto antiinflamatorio al bloquear leucotrienos y prostaglandinas que aparecen en la enfermedad degenerativa articular. Actualmente no están comercializados .

  1. Las rodilleras, no se ha demostrado que produzcan beneficio pero se pueden usar como soporte psicológico ya que algunos pacientes se "sienten " más seguros con su uso.

  1. Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs

  1. Fisioterapia: es el más eficaz y se practican ejercicios para fortalecer el músculo cuádriceps atrofiado.

  1. Ortesis: En casos avanzados puede ser necesario el uso de rodilleras para reforzar la estabilidad de la rodilla.

Quirúrgico

Está justificado cuando existe dolor intenso o marcada deformidad en flexión.

  • Osteotomía valguizante de la parte proximal de la tibia.

  • Artroplastia

  • Artrodesis, en muy pocos casos