Pinzamiento posterior del tobillo

El síndrome de pinzamiento posterior del tobillo, es un término usado para describir un trastorno musculoesquelético provocado por el contacto repetido del proceso posterior del astrágalo u OS trigonum entre la tibia y el calcáneo durante la flexión plantar del tobillo.

Se trata de un trastorno clínico caracterizado por dolor posterior del tobillo que se produce en la flexión plantar forzada. El dolor puede ser agudo como resultado de un traumatismo o crónico, debido a estrés repetitivo.

La patología del Os trigonum es la causa más común de este síndrome, pero también puede ser debida tenosinovitis del flexor largo del dedo gordo, osteocondritis del tobillo, enfermedad de la articulación subastragalina, y fractura. Los pacientes suelen quejarse de dolor en la parte posterior del tobillo, crónico o recurrente causado o exacerbado por la flexión plantar forzada o maniobras push-off (empuje), como puede ocurrir durante el baile, patadas, o correr cuesta abajo.

El diagnóstico de síndrome de pinzamiento posterior del tobillo se basa principalmente en la historia clínica y el examen físico. La radiografía, gammagrafía, la tomografía computarizada y la resonancia magnética muestran anomalías asociadas óseas y de los tejidos blandos. Generalmente, los síntomas mejoran con el tratamiento conservador, pero la cirugía puede ser necesaria en casos refractarios.

Anatomía

El tobillo está conformado por la tibia, peroné, astrágalo y calcáneo, divididos en dos articulaciones la tibioastragalina y la subastragalina, que permiten la dorsiflexión, flexión plantar, inversión y eversión.

La articulación del tobillo propiamente dicha, está compuesta por tibia, peroné y astrágalo. La articulación subastragalina está formada por el astrágalo y el calcáneo, que están separados del escafoides tarsal, cuboides y cuñas por la articulación mediotarsiana o de Chopart.

La tibia y el peroné están unidos por una membrana interósea y la sindesmosis; ésta última estabiliza la articulación tibioperoneoastragalina también llamada mortaja.

En la parte posterior del astrágalo se identifica el tubérculo del astrágalo o proceso posterior, que a su vez se divide en dos tubérculos, uno medial y otro lateral; son un buen marcador anatómico porque entre ellos trascurre el tendón flexor del primer dedo y, justo en el tubérculo lateral, se inserta el ligamento peroneoastragalino posterior. En ocasiones existe el llamado os trigonum, que es un hueso supernumerario, inconstante que aparece entre el 8 % y el 13% de la población, localizado en el aspecto posterolateral del astrágalo. Se visualiza entre los 8 y 11 años en niñas y los 11 y 13 años en varones, como un centro secundario de osificación, y que se fusiona habitualmente con el astrágalo en los 12 meses siguientes a su aparición, denominándosele entonces os trigonum fusionado, proceso de Stieda o proceso trigonal. Sí no se fusiona al astrágalo se le denomina os trigonum, os intermedium tarsi, talus accesorio o talus secundario. Generalmente es de forma piramidal, con base anterior, pero también puede ser ovalado o redondo.

El cuello del astrágalo forma el techo del seno tarsiano y el piso el calcáneo, aquí se localizan los ligamentos astragalocalcáneo y cervical. El calcáneo es el hueso más grande, largo y fuerte del pie. En la cara medial se identifica el sustentaculum tali, que es el sitio de inserción de uno de los fascículos del ligamento deltoideo y por debajo de éste se localiza el tendón flexor del primer dedo en los cortes coronales.

El hueso, en la RM, debido su alto contenido de grasa en la medular, se observa hiperintenso tanto en T1 como en T2 e hipointenso en las secuencias con saturación grasa. La cortical se observa como una fina y delgada línea hipointensa (línea negra) en todas las secuencias.

Etiología

La literatura es contradictoria en cuanto a qué factores causales y que patología constituye el síndrome de pinzamiento posterior del tobillo. En contraste con algunos autores que incluyen lesiones agudas como un motivo de síndrome de pinzamiento posterior del tobillo, la mayoría piensa que el síndrome de pinzamiento posterior del tobillo es una lesión crónica con dolor posterior del tobillo que se reproduce en la flexión plantar. Se han utilizado numerosos términos previamente para describir este síndrome, incluyendo el pinzamiento de los tejidos blandos, pinzamiento óseo, bloqueo posterior del tobillo, dolor posterior triángulo, síndrome de compresión del astrágalo, el síndrome del os trígono, choque del os trígono, síndrome de compresión tibioastragalino posterior y el síndrome de tipo cascanueces.

Entre las variaciones anatómicas que predisponen al síndrome de pinzamiento posterior del tobillo se incluyen las siguientes:

  • inclinación hacia abajo de la tibia posterior;
  • un os trígono;
  • un proceso posterior del astrágalo prominente (proceso Stieda);
  • tuberosidad prominente derivada del calcáneo superior; y
  • la presencia del ligamento posterior intermaleolar. Y además de estas variaciones anatómicas,
  • la hipermovilidad generalizada o la rotura previa del ligamento peroneo astragalino anterior y consecuentemente laxitud anterior del tobillo que puede predisponer a algunos síndrome de pinzamiento posterior del tobillo.

El os trígono es causado por el fracaso de la fusión del centro de osificación secundaria que forma la cara posterolateral del astrágalo. Este centro secundario de osificación se desarrolla entre las edades de 8 y 13 años. Normalmente este centro de osificación se fusiona con el resto del astrágalo dentro del año siguiente. Si no se fusiona, se forma un Os trígono que se articula con el astrágalo a través de un sincondrosis. Esta es una buena razón para recomendar que los jóvenes bailarines de ballet femenino no se pongan en punta antes de los 14 o 15 años de edad.

Cuando el os trígono es la causa, se describe como el síndrome del Os trígono. El síndrome de pinzamiento posterior del tobillo, resulta del roce repetido de la apófisis posterior del astrágalo u Os trigonum entre la tibia y el calcáneo durante la flexión plantar del tobillo. Esto resulta en una inflamación localizada de tejido blando y daño óseo progresivo ya sea del proceso posterior o del os trígono. Adicionalmente, en presencia de un os trígono puede haber irritación de la sincondrosis. El desarrollo de tejido inflamatorio secundario puede entonces perpetuar el ciclo de pinzamiento e inflamación.

Además de estas variaciones anatómicas, la hipermovilidad generalizada o la rotura del ligamento peroneoastragalino anterior y la subsecuente laxitud anterior del tobillo puede predisponer a algunos atletas a síndrome de pinzamiento posterior del tobillo.

 

El síndrome de pinzamiento posterior del tobillo es común en los bailarines de ballet, pero también se encuentra en aquellos que participan en otros deportes que implican la flexión plantar forzada del pie, como el fútbol, el baloncesto y el voleibol.

Factores que contribuyen

Hay varios factores que pueden predisponer a los pacientes a desarrollar pinzamiento posterior del tobillo. Estos deben ser evaluados y corregidos.

Algunos de los factores que pueden contribuir al desarrollo de esta condición incluyen:

  • Rehabilitación inadecuada después de una lesión en el tobillo
  • Anomalías óseas
  • Rigidez de las articulaciones
  • Rigidez muscular
  • Mala postura del pie (por ejemplo, "pies planos")
  • Técnica de entrenamiento inadecuada(especialmente en los bailarines)
  • Calzado inadecuado
  • Superficies de entrenamiento inapropiados
  • Biomecánica deficiente del miembro inferior
  • Entrenamiento inadecuado o excesivo
  • Períodos de recuperación inadecuados de entrenamiento o actividad
  • Calentamiento inadecuado
  • Pobre estabilidad central
  • Mala propiocepción o equilibrio

Manifestaciones clínicas

Típicamente, los pacientes describen dolor localizado en la cara posterior del tobillo, que se agrava por actividades de flexión plantar forzada o después de estas actividades (especialmente por la noche o a primera hora de la mañana).

Las actividades provocadoras pueden incluir:

  • Natación
  • chutar una pelota
  • Trabajos o baile en posiciones de puntillas
  • Trabajos en que se permanezca mucho rato de rodillas
  • Caminar o correr (sobre todo las bajadas)
  • Caminar con zapatos de tacón
  • Saltos de altura en el despegue o longitud en el aterrizaje
  • Actividades de 'puntillas'

El dolor puede sentirse en la parte posterior del tobillo o en la región del tendón de Aquiles y puede presentarse como un dolor sordo o más agudo y en ocasiones pueden ser referidos a otras regiones, como la pantorrilla o el pie.

En el examen, pueden presentar dolorimiento a la palpación en la región posterior de la articulación del tobillo y en el área más posterior de la articulación subastragalina.

Las pruebas de choque posterior, en las que se reproduce el dolor en la flexión plantar pasiva del tobillo es invariablemente positiva. Esto se evalúa mejor con el paciente en una posición prona relajada. La participación del tendón del flexor largo del pulgar se puede sospechar si la flexión plantar resistida isométrica de la primera metatarsofalángica provoca dolor en la parte posterior del tobillo, mientras permanece en esta posición.

Además la localización de la sintomatología se puede obtener mediante la inyección de un anestésico local alrededor del astrágalo posterior, consecuentemente una prueba negativa con flexión plantar pasiva apoya el diagnóstico.

Estudios de imágenes

Por lo general, la radiografía simple es la opción inicial para el síndrome del choque posterior del tobillo. Las radiografías laterales obtenidas con el pie en flexión plantar pueden mostrar la presencia de un proceso de Stieda o un OS trigonum, que choca con el maléolo tibial posterior y la tuberosidad del calcáneo. Puede ser difícil diferenciar entre un Os trígono y una fractura del tubérculo lateral en las radiografías laterales. Por lo general, un Os trígono es redondo u oval con márgenes de la cortical bien definidos, mientras que una fractura del tubérculo lateral tiene márgenes dentados irregulares.

En casos difíciles, el TAC con su alta resolución espacial puede ser útil en la evaluación de las estructuras óseas en el tobillo.

La gammagrafía ósea con difosfonato marcado con Tecnecio 99m muestra un aumento del flujo sanguíneo y la reparación ósea activa. Con esta prueba se consigue diferenciar un proceso inflamatorio de las partes blandas de un proceso en el que haya una afectación ósea, ya sea una fractura, una pseudoartrosis del proceso de Stieda o una sincondrosis del Os trígono.

La Resonancia magnética ha reemplazado convincentemente todas las otras modalidades para la delineación precisa del tejido blando y las estructuras óseas que participan en el pinzamiento posterior del tobillo, y es actualmente la técnica de elección ya que evalúa la vez las estructuras óseas y de partes blandas. Se pueden demostrar anomalías óseas ocultas a lo largo de la cara posterior de la articulación del tobillo y es muy adecuado para la evaluación de las estructuras de tejidos blandos incluyendo el receso sinovial posterior de las articulaciones subastragalina y tibioastragalina y la vaina del tendón del flexor largo del primer dedo. Los tejidos blandos afectados en el pinzamiento posterior del tobillo incluyen el ligamento peroneo astragalino posterior, ligamento tibio-peroneo transversal, ligamento tibio-peroneo posterior y la capsula tibioastragalina.

La resonancia magnética del tobillo puede demostrar edema de médula ósea en el Os trígono y la sincondrosis con el tubérculo posterior del astrágalo, que se considera un signo fiable de síndrome de pinzamiento posterior del tobillo. Otros sitios comunes de edema son el astrágalo y el calcáneo posterior. La RM puede demostrar fracturas, si está presente del Os trígono, que son difíciles de evaluar con las radiografías simples.

Los cambios inflamatorios adicionales en los tejidos blandos adyacentes también se pueden demostrar en la RM, incluyendo edema o el aumento y la distensión de los tejidos blandos posteriores y engrosamiento capsular posterior, indicando la presencia de líquido o sinovitis posterior de la articulación tibioastragalina provocada por la compresión repetitiva. Puede haber líquido alrededor del tendón flexor largo del dedo gordo o dentro de la vaina sinovial, que es debida a la tenosinovitis de este tendón, así como cambios de señal en la unión musculotendinosa de vientre muscular del flexor largo del pulgar debido al pinzamiento.

La RM también ayuda a evaluar el ligamento inter-maleolar que ha sido descrita como una de las causas del choque posterior del tobillo en jugadores de fútbol profesional y bailarines de ballet.

Diagnóstico diferencial

El dolor posterior del tobillo puede tener varias causas alternativas que deben ser excluidas antes de diagnosticar un síndrome de pinzamiento posterior del tobillo.

  • patología tendinosa del Aquiles,
  • bursitis retrocalcánea,
  • enfermedad de Sever en adolescentes,
  • músculo sóleo accesorio,
  • dolor irradiado desde la columna lumbar,
  • subluxación tendón peroneo,
  • artrosis tobillo,
  • síndrome del túnel tarsiano,
  • deformidad de Haglund,
  • coalición tarsiana,
  • artropatías inflamatorias,
  • fractura de estrés del calcáneo,
  • tendinopatía del tibial posterior,
  • tendinopatía del flexor largo del dedo gordo,
  • atrapamiento medial del nervio calcáneo,

Tratamiento

Conservador

El síndrome de pinzamiento posterior del tobillo puede tratarse de forma conservadora con:

  • reposo relativo,
  • férulas o taping para limitar la flexión plantar,
  • movilización manual de las articulaciones subastragalina, talocrural (propia del tobillo) y parte media del pie,
  • medicación anti-inflamatoria y
  • fisioterapia.
  • infiltraciones locales

La evaluación técnica es importante para determinar las causas. Si la condición persiste una inyección de corticosteroides en la zona de máximo dolor puede reducir el dolor y la inflamación. La ecografía es útil en esta lesión para la inyección selectiva de anestésico local y esteroides en el engrosamiento sinovial o la sincondrosis del Os trígono. Aunque temporal, el efecto es particularmente útil en atletas profesionales para retrasar la cirugía. Sin embargo, la presencia de un proceso posterior largo o un Os trigonum puede impedir una respuesta positiva al tratamiento conservador y se requiere la extirpación quirúrgica.

Fisioterapia para pinzamiento posterior del tobillo

La fisioterapia es vital para acelerar el proceso de curación y asegurar un resultado óptimo en todos los pacientes con este proceso. El tratamiento puede incluir:

  • masaje de tejido blando
  • electroterapia (por ejemplo ultrasonido)
  • fisioterapia antiinflamatoria
  • estiramientos
  • movilización articular
  • punción seca
  • taping
  • ortesis tobillo
  • uso de muletas
  • tratamiento con hielo o calor 
  • ejercicios para mejorar la flexibilidad, fuerza y equilibrio
  • educación
  • modificación de la actividad
  • corrección biomecánica
  • retorno gradual al programa de actividades

Quirúrgico

La cirugía para el pinzamiento posterior del tobillo se puede realizar mediante técnicas abiertas o endoscópicas. Las técnicas abiertas utilizan ya sea un abordaje antero-medial o anterolateral. Sin dejar de reconocer las ventajas potenciales de un procedimiento endoscópico en términos de tamaño de la incisión, el abordaje antero-medial abierto permite la visualización directa, la movilización y la protección del nervio tibial posterior y los vasos, la exposición completa del flexor largo del pulgar y la capacidad de liberar su túnel óseo fibroso distal y medial hasta el sustentáculum tali si hace falta. Las estructuras óseas posteriores se identifican fácilmente y se pueden extirpar si se requiere. Se evita el daño potencial para el nervio sural desde un abordaje anterolateral. La cirugía se hace con anestesia general o raquídea y con isquemia en muslo. La cirugía puede llevarse a cabo a través de una incisión de 4 cm. La cirugía se realiza bajo control fluoroscópico para asegurar la descompresión ósea completa y la flexión plantar del tobillo completo al final de la misma. Se utiliza un drenaje después de la cirugía y los pacientes permanecen en el hospital durante la noche. Se alienta la inmediata movilización activa del tobillo aunque el soporte de peso completo se evita durante 2 semanas hasta que se cure la herida.